Una no escoge

Una no escoge el país donde nace; pero ama el país donde ha nacido.

Una no escoge el tiempo para venir al mundo; pero debe dejar huella de su tiempo.

Nadie puede evadir su responsabilidad.

Nadie puede taparse los ojos, los oidos, enmudecer y cortarse las manos.

Todos tenemos un deber de amor que cumplir, una historia que nacer, una meta que alcanzar.

No escogimos el momento para venir al mundo: Ahora podemos hacer el mundo en que nacerá y crecerá la semilla que trajimos con nosotras.















martes, 1 de junio de 2010



LOS PROCESOS DE EXCLUSIÓN DE LAS MUJERES HAN EXISTIDO EN TODOS LOS ÁMBITOS SOCIALES, CULTURALES, ECONÓMICOS, HISTÓRICOS… Y, TAMBIÉN, EN EL RELIGIOSO QUIZÁ CON MÁS FUERZA POR TRATARSE DE UN PATRIARCADO HEREDITARIO Y PERDURABLE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.

El cristianismo ha creado, en su generalidad, una imagen de la mujer negativa, machista y patriarcal.
Las historias bíblicas de la creación fueron interpretadas como colocando a las mujeres en un estado permanente de sumisión a los hombres, como forma de castigo.
Los Padres Latinos de la Iglesia hacían a las mujeres responsables por traer el pecado original al mundo, y por ser constante fuente de seducción.

Las mujeres continuaron siendo condenadas por los teólogos medievales. En los tiempos post-escolásticos, encontramos una verdadera "misoginia" e incluso persecución.

Textos bíblicos mal interpretados
La costumbre de ciertos escritores cristianos, de culpar a la mujer del pecado surge de una desigual interpretación de los textos de las Sagradas Escrituras.
• Génesis 3:1-16 describe la caída de Adán y Eva. Ella fue seducida por la serpiente e hizo que Adán comiera de la manzana. Ambos fueron amonestados por Dios, quien dijo a Eva: "Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos. Con dolor darás a luz a tus hijos, necesitarás de tu marido y él te dominará." La sumisión de la mujer al hombre fue interpretada como una específica e innescapable maldición de Dios, en vez de un justo ejemplo de cómo las penurias de la vida son consecuencia del pecado: así como Adán tendría que trabajar la tierra con el sudor de su frente. (Génesis 3:17-19)...El tema es que ahora, además de parir...trabajamos!!!

• 1 Timoteo 2:14 culpa la mujer (Eva) de haber engañado a Adán, y por ende, haber sido responsable del pecado. Este texto es claramente una racionalización la cual no puede ser tratada como un planteamiento teológico balanceado.

No hay teólogo moderno que interprete estos textos como enseñando que las mujeres son más culpables que los hombres del pecado, o de que el bajo estatus social o cultural de las mujeres sea deseado directamente por Dios como un castigo.

Los Padres de la Iglesia

El Padre griego San Ireneo (140-203 DC) presenta en cambio, una interpretación más imparcial del relato del Génesis. Él culpa al demonio, en vez de a Adán y a Eva. Él sostiene que Adán es más responsable que Eva. Él también muestra gran empatía hacia las mujeres, cuando comenta sobre la súplica de la madre de los dos Zebedeos.

Tampoco San Ignacio, otro Padre griego (murió en el 110 DC), tuvo resentimiento hacia las mujeres. Sí, la caída vino a través de una mujer, Eva, pero la redención vino a través de otra mujer, María. Desafortunadamente, Padres latinos tardíos, como San Juan Crisóstomo (344-407 DC), ofrecieron una interpretación mucho más negativa de la caída y sus consecuencias para las mujeres.

La retórica anti-femenina comenzó particularmente con los Padres latinos. Tertuliano de Cártago (155-245 DC) fue uno de los peores. Lean esta obra maestra suya:
("Cada mujer debiera estar...) caminando como Eva, acongojada y arrepentida, de manera que por cada vestimenta de penitencia, ella pueda expiar más completamente lo que ella obtuvo de Eva, - el estigma, quiero decir, del primer pecado, y aborrecimiento (atado a ella como la causa) de la perdición humana.

‘Con dolor darás a luz a tus hijos, necesitarás de tu marido y él te dominará.’
¿No saben que cada una de ustedes es una Eva? La sentencia de Dios en el sexo de ustedes viven en estos tiempos: la culpa debe existir también por necesidad."

• "¡Ustedes son la puerta del infierno!

• ¡Ustedes son las que rompieron el sello de aquél árbol (prohibido)!
• ¡Ustedes son las primeras desertoras de la ley divina!
• ¡Ustedes son las que le persuadieron (a Adán), pues el demonio no tenía el valor suficiente para atacarlo!
• ¡Ustedes destruyeron tan fácilmente a la imagen de Dios, al hombre!
• Por causa de lo que ustedes merecían – esto es, la muerte – aún el Hijo de Dios tuvo que morir!"

"¿Y piensan en adornarse ustedes mismas y sobre sus túnicas de pieles?" Tertuliano, De Cultu Feminarum, libro 1, capítulo 1.

También San Jerónimo (347-419 DC) culpa a la mujer de la caída de la gracia. Las mujeres sólo pueden superar su culpa teniendo hijos o absteniéndose del sexo y siendo vírgenes.

La condenación de la mujer en la Edad Media

El Decreto de Graciano (1140), del cual la Ley de la Iglesia se basaría hasta el 1917, tomó partido del juicio de Ambrosiaster, que asignaba al estado de sumisión de la mujer su rol en el pecado.

"Ambrosio (=Ambrosiastro) dice: ‘Las mujeres deben cubrirse sus cabezas, porque ellas no son la imagen de Dios. Ellas deben hacer esto como signo de sumisión a la autoridad y porque el pecado entró al mundo a través de ellas. Sus cabezas deben estar cubiertas en la iglesia, para honrar al obispo. De igual manera, ellas no tienen autoridad de hablar porque el obispo es la personificación de Cristo. Ellas deben hacer esto ante el obispo como ante Cristo, el juez, dado que el obispo es la representación del Señor. Por el pecado original, ellas deben mostrarse sumisas’." Decretum Gratiani, Causa 33, qu. 5, cáp. 19.

Por tanto, ninguna mujer puede presumir de mandar sobre el hombre."
El odio hacia la mujer no se quedó en palabras. Las persecuciones que siguieron fueron más allá de la imaginación. Para demostrar esto, considere un libro "católico", "El martillo de las brujas" (Malleus Maleficarum), escrito por dos teólogos dominicos, Jakob Sprenger OP y Heinrich Kramer OP. El libro fue avalado y recomendado por el Papa Inocencio VIII en 1484, y fue usado por siglos. El mismo causó que miles de mujeres inocentes fueran quemadas en la hoguera. Fueron estos honrados, no contradichos y ampliamente citados "teólogos" quienes escribieron:
"Qué puede ser una mujer, sino la enemiga en la amistad, un castigo inescapable, un mal necesario, una tentación natural, una calamidad deseable, un peligro doméstico, un detrimento deleitable, un mal de la naturaleza, pintada de bellos colores."

En el movimiento cristiano, hubo empero, movimientos de igualdad: el valdismo, los cátaros, etc. PERO AL SER MINORIAS, NO PERMEARON LOS ESTEREOTIPOS SOCIALES.

Época Victoriana
La mujer debe ser recatada, moderada, madre, todo un “angel of the home”. El ángel de la casa que NO sale nunca, que sólo está para cuidar y llevar la casa y complacer a su marido en todo. No puede hacer nada que no se salga de los valores morales y tradicionales. Y si alguna se hartaba de todo y quería salirse de la rutina, ¿sabéis qué pasaba? Que los hombres consideraban que estaba “atacada de los nervios” y la encerraban en el desván. De ahí esa conocida “Mad woman in the attic”, es decir, la mujer loca en el ático o desván. Y es que si te salías de los cánones, eras peligrosa y se te consideraba “loca”, por lo que te encerraba tu propia familia en el desván.

Un ejemplo conocido aquí en los primeros tiempos de la patria, es el de la abuela de Camila O´Gorman, la Perichona, una mujer que fue amante del Virrey Liniers, y que pagó su pecado permaneciendo años encerrada en su altillo por “loca”.
Y es que el miedo a la mujer que se rebela y piensa por sí misma, que no sigue los cánones establecidos por los hombres (pues recordemos que nuestra cultura europea es fundamentalmente patriarcal) se extiende por toda la Europa cristiana y luego por América.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

complicado el tema, compañera. No siempre el cristianismo lo ha hecho así, aunque es cierto que ha sido tremendo, pero no menos ni mas que el judaismo y el Islam (ni hablar) que son todos del mismo tronco. A no olvidarse

Claudia dijo...

Si, tienes razón, pero como aclaré de entrada y puedes oir en el audio del programa, me enfoqué en el cristianismo porque estudié teología y aclaré también, que siempre se habla de generalidades, sabiendo que hay otras miradas que suelen quedar tapadas. Gracias