Una no escoge

Una no escoge el país donde nace; pero ama el país donde ha nacido.

Una no escoge el tiempo para venir al mundo; pero debe dejar huella de su tiempo.

Nadie puede evadir su responsabilidad.

Nadie puede taparse los ojos, los oidos, enmudecer y cortarse las manos.

Todos tenemos un deber de amor que cumplir, una historia que nacer, una meta que alcanzar.

No escogimos el momento para venir al mundo: Ahora podemos hacer el mundo en que nacerá y crecerá la semilla que trajimos con nosotras.















martes, 11 de mayo de 2010

Mujeres desplazadas en Colombia


Colombia vive un conflicto armado hace más de cincuenta años. Primero entre el campesinado dividido por la dirigencia de los partidos Liberal y Conservador; luego entre el Estado y una guerrilla que lucha por una supuesta liberación nacional y, desde los 90, el narcotráfico ha permeado a todos los actores armados y ha contribuido a un proyecto económico-político de derecha sostenido por el paramilitarismo. Entre unos y otros, han desplazado de su territorio y cultura a cerca de 4 millones de personas. Las más abusadas, las mujeres; sus cuerpos han sido convertidos en campos de batalla.

La violencia contra la mujer está causando desplazamientos

Hay 3,2 millones de desplazados/as oficialmente registrados en Colombia, la segunda cifra más alta del mundo después de la correspondiente a Sudán. Más de un cuarto de millón de personas se suman a las filas de los desplazados cada año.
Si se tienen en cuenta las personas que no están registradas, uno de cada diez colombianos está desarraigado debido a la violencia. Los grupos paramilitares reorganizados están peleándose entre ellos o compitiendo con los guerrilleros por el control de zonas y comunidades estratégicas a fin de sacar provecho de la producción de cocaína, mientras que el ejército colombiano continúa las operaciones contra los insurgentes en zonas rurales alejadas.

En ese marco, la población civil está entre dos fuegos. Los líderes de las comunidades que resisten la presión de los grupos armados ilegales mueren asesinados, mientras que los adolescentes de ambos sexos son reclutados por la fuerza por estos grupos. Los grupos armados también están usando la violencia sexual y el reclutamiento forzado como tácticas en el conflicto. En un estudio realizado por la Defensoría del Pueblo en cuatro ciudades de Colombia en 2007, 18% de las mujeres desplazadas señalaron la violencia sexual como causa directa del desplazamiento

PROBLEMAS DE LAS MUJERES
El principal problema de mujeres desplazadas es su ubicación en el territorio.
Llegan generalmente solas, sin sus compañeros. Se enfrentan entonces a la pérdida de su pareja que ha cumplido en lo general el rol productivo, el rol de proveedor de la familia y se enfrentan solas a un territorio o ciudad que desconocen y con las redes perdidas. Lo primero que hacen es ubicarse en zonas de pobreza que tienen violencia estructural, es decir, están en niveles socioeconómicos muy bajos, generalmente con pandillas en la zona y con reinsertados del paramilitarismo o de la guerrilla, lo cual las pone en una situación conflictiva en tanto están viviendo y compartiendo el mismo lugar del victimario.

Las mujeres que huyen tras la muerte de su marido o compañero terminan asumiendo todas las responsabilidades familiares, cuidando a los hijos y a otros miembros de la familia y buscando la forma de sobrevivir en su nueva situación. Las mujeres desplazadas del departamento del Chocó le dijeron a Refugees International que casi todas las mujeres desplazadas que conocían se sentían presionadas para prostituirse con el fin de que la familia pudiera sobrevivir, y últimamente se ha intensificado la trata de mujeres para la prostitución en la frontera con Panamá. La prostitución infantil también es común en las comunidades desplazadas
debido a la desesperación económica. Muchas mujeres desplazadas pueden encontrar trabajo informal como empleadas domésticas, pero el salario es bajo (de solo US$50 al mes en promedio) y el empleo es inseguro.

En las comunidades desplazadas de Colombia, la violencia familiar es un problema de gran magnitud, mucho mayor que en las comunidades no desplazadas. Algunas mujeres desplazadas le dijeron a Refugees International que este aumento de la violencia doméstica es producto del estrés socioeconómico del desplazamiento. Muchas mujeres afirmaron que, antes, su familia tenía propiedades con suficiente espacio y no tenían problemas de seguridad alimentaria. En la actual situación de desplazamiento, todos viven hacinados y los hombres tratan de adaptarse a las nuevas circunstancias. Con frecuencia, los hombres desplazados no consiguen trabajo, mientras que las mujeres desplazadas suelen encontrar trabajo en el sector informal. Este cambio forzado de papeles suele crear tensiones que conducen a comportamientos violentos.

SALUD
En cuanto a las necesidades de las mujeres, a menudo ni siquiera reciben material sanitario o botiquines para partos higiénicos en situaciones de desplazamiento masivo. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) distribuye kits higiénicos en algunos lugares y tanto el UNFPA como el UNICEF proporcionan botiquines para partos higiénicos, pero no tienen suficientes para distribuirlos en todo el país. El UNFPA atiende solamente a unas 15.000
mujeres de los casi dos millones de mujeres desplazadas en el país. En el Chocó, la mortalidad infantil es el doble del promedio nacional, en tanto que la mortalidad materna es el triple (251 muertes por cada 100.000 nacimientos). Asimismo, el acceso a servicios gratuitos de planificación familiar es limitado.

En las diferentes ciudades de Colombia, hay cerca de los semáforos personas desplazadas vendiendo dulces o presentando algún espectáculo improvisado para recibir unas monedas. Los encontramos y las vemos en los buses, en las calles pidiendo limosna o recurriendo a la imaginación para llevar algún dinero a casa. Las indígenas aumentan en número cada día en las calles de Bogotá. En total, en la capital de Colombia viven unos 244.184 desplazados y desplazadas
Una mujer desplazada siente una amarga soledad, inicia un duelo que no sabe si terminará algún día, sufre de insomnio, se adentra en una depresión, puede caer en el alcoholismo.

Fuentes: Refugees International
FABIOLA Calvo Ocampo, “Sin nosotras se les acabó la fiesta”

Liga de mujeres desplazadas
Foto: Liga de Mujeres Desplazadas

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